Cuando el cerebro humano no reconoce algo que escucha, tiende a hacernos entender que lo oído es algo conocido y para eso busca en la memoria cualquier cosa que suene parecido.
Les sucede a menudo a los niños. Como su vocabulario es más pobre que el de un adulto, es frecuente que su mente “traduzca” a algo más familiar. Es el caso del Himno a Sarmiento, que dice: “gloria y loor, honra sin par”. Los niños no conocen la palabra “loor” y cantan “olor”, “gloria y olor”. Es excusable, están aprendiendo. Cuando yo era un niñito, las maestras nos pedían que tuviéramos un diccionario de bolsillo en la valija o en la mochila. Nos hacían buscar en el diccionario, hasta entender el significado. Si loor decía “honor, gloria y alabanza a las cualidades sobresalientes de una persona”, nos preguntaba: “¿Saben qué es honor?” Si no sabíamos nos pedía que buscásemos honor y así sucesivamente. Luego nos aclaraba cualquier duda y sintetizaba lo que habíamos visto.
A los adultos también les sucede y, a veces, es igualmente perdonable. En la letra de Tortazos, escrita por Enrique Maroni para Carlos Gardel, dice:
Señora, pero hay que ver,
tu berretín de matrona,
si te acordás de Ramona,
abonale el alquiler.
No te hagás la rastacuer,
desparramando la guita,
baja el copete m'hijita
con tu vida bacanada,
pero si sos más manyada
qu'el tango La Cumparsita.
El Diccionario de la Real Academia Española registra los términos “rastacuero/rastacuera”
y atribuye su origen al francés “rastaquouère”,
una palabra presente en el idioma galo desde fines del siglo XIX. Sin embargo, el
Diccionario Larousse dice que proviene del español. En ambos idiomas significa
un nuevo rico, un advenedizo ostentoso, y se usaba especialmente con los
ricachos argentinos y chilenos.
Leí un relato del que no puedo certificar su autenticidad, pero que
sirve como ilustración de lo que sucedía con estas personas sudamericanas que
visitaban París. Cuenta que un argentino muy rico fue a comer a un lujoso hotel
galo y en el salón comedor había una soberbia estufa. Mandó llamar al dueño y
le preguntó cuánto quería por la estufa. Este hombre dijo que no estaba en
venta. Entonces, el argentino le dijo: “¿Cuánto pide por el hotel?”. El hombre
puso un precio y el argentino aceptó. Cerrada la operación, quitó la estufa y
la mandó en barco a Buenos Aires.
¿Pudo tener un origen español, como dice el Diccionario Larousse? Al
parecer, sí. Su aparición estaría en Venezuela. Hay una copla popular en los
llanos venezolanos:
A mí no me arrastra cuero
El que no mate ganao
Porque si lo arrastra seco
Yo se lo arrastro mojao.
El cantor de esta copla deja ver a su oponente que “si usted no tiene
riqueza (si no puede matar ganado), no arrastre un cuero seco, que puede ser
obtenido de muchas formas, hasta prestado, porque yo sí se lo puedo arrastrar
mojado, de un animal recién sacrificado (yo sí tengo dinero, poseo ganado para
matar).
¿Por qué el uso de arrastrar
cuero como significado de una persona que finge ser lo que no es? Se debe a una
hazaña del General José Antonio Páez (1790-1873), en su época de guerrillero
libertador de Venezuela. En una ocasión hizo gala de una genial astucia al simular
que tenía un ejército superior en número al de los realistas. En una noche
oscura ató cueros secos a las colas de sus caballos y pasaron al galope por un
pueblo en el que estaban las tropas españolas. Por la falta de luz éstos
creyeron que estaban siendo atacados por una tropa superior en número, cuando
era todo lo contrario: ellos no solo eran más, sino que tenían mejor armamento.
Llenos de espanto, se desorganizaron y fueron presa fácil para los venezolanos.
De allí quedó el uso de arrastracueros para
designar a una persona que aparenta lo que no es.
La palabra “quouère” no significa nada en francés. Cuero se dice “cuir”.
Los franceses tomaron la palabra española “rastacuero” y transliteraron la
fonética de la palabra española “cuero” a la fonética francesa, y quedó “rastaquouère”.
Siempre tuvo un uso despectivo y desde 1930 también se utilizó como un término xenófobo.
Los argentinos que no conocen esta historia y que jamás vieron escrita
la letra del tango entienden “rata cruel”,
una expresión sin sentido. Pero podrían investigar. Seamos indulgentes.
Lo que es difícil de disculpar es cuando la ignorancia está en la página
oficial del Ministerio de Educación. Tal es el caso de la letra de la Marcha A
Mi Bandera.
Captura de pantalla en la dirección
servicios.abc.gov.ar/docentes/efemerides/20dejunio2009/pdfs_descarga/a_mi_bandera.pdf
Dice claramente: “a San Lorenzo se dirigió inmortal”.
Siempre recordé a la profesora de música de la Escuela Leandro N. Alem, de Flores, Buenos Aires. Cuando cantábamos “se dirigió inmortal”, ella saltaba de su asiento frente al teclado del piano y, con la partitura en la mano, nos mostraba la letra y decía: “¡Se erigió inmortal! ¿Cómo se va a dirigir inmortal?”
Nunca pude probarlo, hasta hoy. Busqué en vano partituras editadas en los cuarentas o a principios de los cincuentas. Hoy puse en el buscador la frase correcta original y encontré un enlace a un organismo educativo que me parece que es mendocino, donde hay un documento en pdf de un libro editado durante la presidencia del señor Roberto Marcelino Ortiz (20-02-1938 – 27-06-1942).
La dirección es: www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL003636.pdf
O "Googleando": "[Conceptos del profesor a sus alumnos]"
Siguen dos capturas de pantalla:
Se ve de dónde proviene el documento, con la dirección del Ministerio de Educación y el número de inventario.
“En San Lorenzo se erigió inmortal”, tal como nos corregía nuestra profesora.
¿Por qué sucedió esto? Porque la educación argentina viene cuesta abajo desde hace décadas. Se “nivela para abajo”. Interesan más las cuestiones políticas que la educación. La maestra de grado le dice a la directora: “Tengo siete alumnos para repetir el grado”. La directora responde: “Son muchos, a lo sumo dos, la inspectora no me deja que repitan tantos”.
Por esas cosas que tiene la vida, alguna vez uno de esos cinco llegó a una repartición pública. ¡Dios nos libre si al gobierno!
¿Por qué es un disparate cantar "a San Lorenzo se dirigió inmortal"?
No es que la frase carezca de sentido en sí misma. El sentido que da es: "en su carácter de inmortal, fue hasta San Lorenzo (o hacia San Lorenzo)". Si realmente hubiera sucedido que "en San Lorenzo" se erigió inmortal, no lo era antes de amadrinar la victoria en ese escenario y, por lo tanto, no pudo ir hacia allí en ese carácter. El disparate es respecto de la letra original de la marcha. Pero también es un error histórico afirmar que la bandera de Belgrano estuvo presente en el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo. Eso habilitaría el sentido lógico alternativo del error de transcripción ocurrido durante los cuarentas, porque la bandera podría haber recibido la calidad de inmortal en un bautismo de fuego anterior, en el Noroeste. Sin embargo, una copia debe ser fiel al original y la marcha, como la conocemos y cantamos ahora, es una infidelidad crasa, muy probablemente debida a la pobreza de lenguaje de la persona que copió mal.
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